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“L
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a unión hace la fuerza”
es un adagio popular que practicaban nuestros padres y abuelos cuando se trataba de realizar
alguna actividad o jornada en beneficio de toda la familia, de los pobladores de un barrio y/o comunidad, y
consistía en que todos los integrantes de la familia o comunidad se organizaban
en equipos de trabajo para realizar tareas que beneficiarían a todos.
Este principio posteriormente se acoge en el
sistema educativo como una técnica o estrategia con el fin de que el
aprendizaje sea más productivo y homogéneo beneficiando a todos los estudiantes.
Vigostky sostiene que
la cooperación es esencial en la construcción del aprendizaje a partir de los
esfuerzos cooperativos que se realicen por aprender, comprender y resolver
problemas pues “Lo que los niños hacen
juntos hoy, podrán hacerlo solos mañana”
Y Violeta Barreto
manifiesta que el aprendizaje cooperativo es aquel en el que el estudiante construye su propio conocimiento mediante un
complejo proceso interactivo donde intervienen tres elementos claves: Los
estudiantes, el contenido y el docente que actúa como mediador entre ambos.
El aprendizaje
cooperativo, como estrategia metodológica en la enseñanza, tiene amplia
aceptación por su reconocida eficacia siendo de mucha utilidad en estudiantes
con necesidades específicas de apoyo educativo.
Permite a los educadores darnos cuenta de la importancia de la interacción que
se establece entre los estudiantes y los contenidos o materiales de aprendizaje;
pues plantea diversas estrategias cognitivas para orientar dicha interacción
eficazmente, hace posible entender los conceptos que tienen que ser aprendidos
a través de la discusión y resolución de problemas a nivel grupal y también les
permite aprender habilidades sociales y comunicativas que necesitan para
participar en sociedad y convivir.
Aunque este tipo de trabajo presente
algún inconveniente, como pueden ser el nivel académico y
ritmo de trabajo distintos, presenta también una gran cantidadde ventajas como:
integrar a los estudiantes con más dificultades, descubrir el placer de
trabajar con otros compañeros, el incremento de la autoestima, comunicación
entre docentes y estudiantes, despertar la motivación y el interés hacia el
trabajo, crear actitudes y hábitos de ayuda y fomentar un ambiente de trabajo
más tranquilo.
Una de las formas de aprendizaje
cooperativo es el trabajo en equipo en
el aula, pero, ¿cualquier equipo puede ayudar
a construir el aprendizaje?, la respuesta es no; pues este debe evidenciar
productividad por lo tanto debe reunir ciertas características como:
·
Ser orgánico, no una simple agrupación, su
estructura organizacional ha de variar
según los objetivos propuestos.
·
Cada equipo debe participar, activa y
responsablemente con el fin de alcanzar con éxito las tareas propias del
equipo.
·
Cada uno de los participantes debe realizar una
serie de funciones, actividades y tareas que son distintas para cada uno, aceptando
sus responsabilidades.
·
Debe tener una dirección democrática, eligiendo
como responsable del equipo a alguien que tenga habilidades de coordinación
y liderazgo.
·
Es complementario, es decir cada uno de los
integrantes se realiza y complementa más plenamente gracias a los otros.
·
Que exista una buena comunicación.
·
Soportar y superar los conflictos y tensiones
dentro de los límites que no alteren la labor del trabajo conjunto.
·
Desarrolla el sentimiento de “nosotros”, esto
repercute en lo personal, pues es importante que cada uno dentro del grupo se sienta “alguien” aceptado
y apreciado.
La finalidad del
trabajo cooperativo es que los estudiantesaprendan
a aprender conjuntamente porque la vida, a menudo, les obligará a resolver
situaciones de una manera colectiva. Para lograrlo es indispensable un clima
determinado dentro del grupo; no se trata de competir entre sí, ni los grupos,
ni los estudiantes:El fin consiste en
ayudarse para asimilar mayor unos contenidos y desarrollar capacidades.
Nuestro rol, como docentes,es el de adquirir
competencias en cuanto al dominio de dinámicas de trabajo en equipo que
permitan promover el aprendizaje y desarrollo de los estudiantes no solo en el
campo cognitivo sino también afectivo y social;el de proporcionar
actividades académicas cooperativas, donde los estudiantes establezcan metas que sean benéficas para sí mismo y para
los demás maximizando su aprendizaje, incentivarlos a que se acepten como
personas y acepten las propuestas que se originan en el debate, intervenir en mayor o menor medida en el desarrollo del
trabajo desbloqueando situaciones conflictivas y lo que es quizás más relevante
evaluando por una parte las capacidades de los estudiantes, sus progresos y por
otra la experiencia en sí misma.
En
definitiva esta estrategia de trabajo
cooperativo es de mucha utilidad en el proceso de enseñanza, pues se benefician todos los educandos,tal como lo
hacían nuestros padres hace algún tiempo cuando desarrollaban actividades en
beneficio de la comunidad, al mismo tiempo que permite al docente conocer y
mejorar esta técnica de trabajo.
Mg
Hernán Domínguez Armijos
Profesor
de Matemática I.E PNP “Bacilio Ramírez Peña”-Piura